Octubre: sus colores y algunas preguntas

Mucho se ha escrito y se seguirá escribiendo en estos días sobre el cáncer de mama. Hace ya más de 30 años que la OMS declaró el 19 de octubre como el día mundial de la lucha contra el cáncer de mama y se simbolizó esa lucha con un lazo rosa. Desde entonces, octubre es el llamado mes rosa, en el cual diversas instituciones de nuestro país y del mundo llevan adelante campañas de concientización y detección temprana de esta patología. 

Aquí te cuento los aspectos clave.

 

¿Por qué se insiste y se trabaja tanto con este cáncer en particular?

La respuesta es simple: el cáncer de mama es, en el mundo y también en nuestro país, la enfermedad oncológica más frecuente entre las mujeres y la que causa más muertes. En el 2020, se estimó que el 32% de los cánceres diagnosticados en mujeres fueron originados en la mama. Puesto de otra manera, sólo el cáncer de mama enferma a tantas mujeres como los seis tumores malignos siguientes por orden de frecuencia juntos (cáncer de colon, recto, pulmón, riñón, páncreas y estómago). 

 

¿Sólo por eso?

Como dijimos, 1 de cada 8 mujeres padecerá el cáncer de mama a lo largo de su vida adulta. Pero además de ser muy frecuente, el cáncer de mama tiene un detalle que lo diferencia de, por ejemplo, el cáncer de pulmón. En el caso del cáncer de mama, aunque no sea totalmente prevenible, es detectable de manera temprana y eso marca una enorme diferencia en la posibilidad de morir o no por esta causa. 

 

¿Prevenible? ¿Detectable? ¿Qué significa y cuál es la diferencia?

Cuando la aparición de una enfermedad se puede evitar, es prevenible. Por ejemplo, luego de la epidemia de poliomielitis en el año 1956 en Argentina, hace ya 29 años que no se detectan casos en Argentina (libre desde 1964), gracias a la prevención por vacunación. En el caso del cáncer de mama, aunque no se pueda prevenir, existen medidas que podrían disminuir el riesgo de padecerlo: la lactancia materna, hacer actividad física, llevar una dieta saludable con bajo contenido graso y al menos 5 porciones de vegetales y frutas por día, no tener sobrepeso, no fumar y no beber alcohol en exceso.

Por otro lado, cuando una enfermedad no se puede prevenir, pasa a ser muy importante el diagnóstico, o la detección temprana. En algunas enfermedades, entre ellas el cáncer de mama, el momento de diagnóstico es clave para garantizar una mejor sobrevida. Con algunas excepciones, en el cáncer de mama, cuanto antes se diagnostique, menos agresivo el tratamiento, mejor la respuesta y mejor el pronóstico. 

 

¿Cómo lo detectamos a tiempo?

Con estudios o exámenes físicos de detección de una enfermedad en personas que inicialmente no tienen síntomas o signos de la enfermedad. En el caso del cáncer de mama, realizando el examen físico mamario por una persona capacitada y haciendo mamografías periódicas. Ambos procedimientos, cuando se realizan con cierta periodicidad, han demostrado la disminución de las muertes por cáncer de mama a través de la reducción del tamaño del tumor al momento del diagnóstico. ¿Cómo es eso? Si es más chico el tumor al diagnóstico, mejor pronóstico. Con estos dos procedimientos se encuentran tumores más pequeños y por ende disminuye la mortalidad. 

El Instituto Nacional del Cáncer (INC) del Ministerio de Salud de la Nación Argentina, recomienda como tamizaje la mamografía como mínimo a mujeres asintomáticas sin antecedentes personales ni familiares de cáncer de mama, entre 50 y 69 años cada dos años. En menores de 50 y mayores de 70 la frecuencia de realización deberá ser conversada con su médico/a tratante y se podrá realizar a partir de los 40 años o, en caso de antecedente familiar de primer grado (madre, hermana o hija con diagnóstico de cáncer de mama) 10 años antes de la edad de diagnóstico del familiar.

 

¿Entonces? ¿Cuándo me hago la mamografía?

Si sos mujer o una persona con capacidad de gestar, hacete el control ginecológico anual con el examen físico mamario, y conversá con tu ginecólogo/a cuándo empezar con la mamografía. Si no tenés antecedentes, la primera mamografía debiera ser a partir de los 50 años, y luego cada 1-2 años. Si alguna mujer de tu familia cercana tuvo cáncer empezas según la edad del diagnóstico de tu familiar.

 

Unos datos más:

  • 7 de cada 10 mujeres con diagnóstico de cáncer de mama no tiene antecedentes, por eso los estudios son para todas, haya o no antecedentes familiares. En este caso, la diferencia que establecen los antecedentes es cuándo comenzar y cada cuánto repetir.
  • 1% de los cánceres de mama se producen en hombres.
  • 90% de los tumores de menos de 1cm tienen 90% de chances de curación.
  • El tipo de corpiño que uses puede ser más o menos cómodo, pero no influye en la aparición o no de un tumor maligno en la mama.
  • La mamografía es incómoda, pero no debería doler. Si duele conversalo con la persona a cargo de hacer el estudio.
  • No te olvides del pap 😊

 

¿Y vos, te hiciste tu control anual ya?

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Por Leticia Williams

Médica (UBA), especialista en Ginecología y Obstetricia.

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